Como los nutricionistas ven ahora el aceite, la miel y las calorías

La verdadera ciencia se adapta a las nuevas investigaciones, y la ciencia de la nutrición no es una excepción. Así ha pasado con muchos alimentos que se consideraban perjudiciales o no recomendables en el pasado a pasar a ser recomendados en la actualidad. Un ejemplo, es como se ven ahora el aceite de oliva, la miel y de otros productos que pueden ser muy caloríficos pero que nos aportan grandes beneficios a la salud. Ya que al ser alimentos caloríficos,  la comunidad científica los consideraban como alimentos no recomendables sin darse cuenta que todas las calorías no valen lo mismo. Consecuentemente, vamos a ver ¿qué opinan ellos ahora sobre dichos productos?. Dando respuesta a estas preguntas, nos vamos a ir al relato de Cara Rosenbloom en el periódico Washington Post de como un amigo suyo estaba intentando perder peso.

Índice del artículo:

  1. Las grasas y los aceites
  2. ¿Engordan las grasas?
  3. La fructosa (azúcar de la fruta), la miel y los diabéticos.
  4. ¿Son todas las calorías iguales?
  5. El azúcar causa caries
  6. Calorías consumidas contra calorías consumidas

Resumen: Se le ha echado la culpa al aumento de peso a las grasas. Sin embargo, ahora se le echa la culpa a los hidratos de carbono. Sin embargo, no todas las calorías valen lo mismo ya que tenemos que tener en cuenta los nutrientes que nos aporta cada alimento. En el caso de la miel, este alimento proporciona también muchas calorías pero también nutrientes. Por lo tanto, las calorías de la miel son más beneficiosas que las de otros edulcorantes. Asimismo, tenemos en nuestra tienda de Las Rozas de Madrid a su disposición las mejores mieles y aceites de oliva de España. Marcas de gran prestigio como: Oro Bailen y Oro del Desierto.

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1. La grasa y los aceites

En este artículo del Washington Post , Cara Rosenbloom da su opinión sobre sus estrategias nutricionales que ella misma estaba siguiendo. Estas consistían en contar todas las calorías que consumía, evitar los frutos secos y grasas por su alto contenido en calorías. Además, le dijo de que todos los aperitivos que consumía estaban formados por hidratos de carbono, azúcares y sin nada de grasa.

Esta conversación tuvo lugar en el año 1993, y en aquella época la mayor parte de la comunidad científica la daría la razón. Sin embargo, a día de hoy, la ciencia ha evolucionado. Las teorías de aquella época están desfasadas y los consejos nutricionales actuales han ido modificándose.

Cara nos comenta en su artículo, como ella recuerda un desayuno en un campus universitario donde comía a menudo por el año 1994. Este consistió en una rosca al estilo de Nueva York y sin ningún relleno. En ese momento yo creía que comer grasa me hacía gorda. Las grasas como la mantequilla, cremas de queso, aceite de oliva y frutos secos los limitaba. Los nutricionistas decían que la comida libre de grasa era mejor para la salud, por lo que se dejaba al lado los frutos secos, semillas, aguacates y aceite de oliva. La dieta ideal era una dieta baja en grasas y alta en hidratos de carbono, creyendo así que podíamos  controlar el peso corporal y mejorar nuestra salud cardiovascular.

a) Nuestro menú diario

¡Analicemos nuestro menú diario! Si cuando comemos pasta, una ensalada o cualquier plato, no le echamos un buen chorreón de aceite de oliva virgen extra, o si a nuestra tostada del desayuno nu la untamos con crema de cacahuete, nuestra dieta no va por el camino adecuado. La grasa es ahora bienvenida y especialmente ciertas grasas son consideradas en la actualidad muy beneficiosas, como; las grasas de los frutos secos, semillas, aceite de oliva, pescado y aguacates. Todas ellas nos fortalecerán nuestra salud, nos ayudarán a controlar el peso y reducirán el riesgo de desarrollar diabetes.

2. ¿Engordan las grasas?

Según nos indica el periódico de tirada general ‘The Telegraph’. Además, dando a conocer el nuevo estudio realizado por el oro Nacional de Obesidad del Reino Unido (NOF) y la Colaboración de Salud Pública británica (Public Health Collaboration) nos indican que el consumo de grasa no nos hace engordar. Además, en este informe nos indican que las dietas en calorias y bajas en grasas tienen consecuencias negativas en nuestra salud.

El Reino Unido y otros países de Europa desde 1983 han estado fomentado la alimentación baja en grasa y colesterol. Sin embargo, tras revisar todos estos estudios, han encontrado sus carencias y que han empujado al consumo mundial de comida procesada y rica en hidratos de carbono. Con estos estudios más exhaustivos, los investigadores ahora recomiendan aumentar el consumo de carne, pescado y productos lácteos.

Además, nosotros siempre recomendamos que usemos como grasa fundamental el aceite de oliva virgen extra.

A pesar de que este informe no lo acepta la comunidad científica, dichos investigadores si que recomiendan el consumo de grasas, incluso saturadas como las que vienen de:

  1. los yogures
  2. quesos
  3. otros productos cárnicos.

Además, insisten del enorme daño que están produciendo las dietas ricas en alimentos bajos en calorías y ricas en hidratos de carbono.

3. La fructosa (azúcar de la fruta), la miel y los diabéticos.

El libro escrito por la misma autora en 1995 sobre nutrición decía: “la fructosa no está relacionada con los altos niveles de azúcar en sangre para las personas que sufren de diabetes”. La fructosa es el azúcar natural que se encuentra en la fruta. Además, este es bueno en pequeñas dosis incluso para los diabéticos.

En la década de los 90, las grandes industrias alimentarias usaron la fructosa en grandes cantidades como edulcorante principal para la elaboración de su comida procesada. Ya que la ciencia pensaba por aquel momento que era mucho más saludable que el azúcar blanco refinado. Este consumo excesivo de fructosa, en su mayoría en forma de sirope de maíz, se le culpa del aumento de los casos de resistencia a la insulina y de la diabetes de tipo 2 en la sociedad. El consumo excesivo de fructosa provoca desórdenes metabólicos, obesidad y enfermedades cardiovasculares. Por lo tanto, el excesivo de fructosa no es recomendado para los diabéticos ni para el resto de la población.

La miel es otro edulcorante que está constituido fundamentalmente por fructosa y glucosa. Sin embargo, a diferencia de otros edulcorantes, la miel y fundamentalmente la miel de calidad aporta también minerales, encimas y vitaminas. Por lo tanto la miel es uno de los edulcorantes más sanos de todos

a) Azúcares escondidos en otros alimentos

Asimismo, os dejamos una tabla donde indicamos la cantidad de azúcares escondidos en otros alimentos:

Alimento
Tamaño de porción
Cucharada
Bebidas refrescantes tipo cola botella de 12 onzas 10
Pan blanco 1 rebanada 2
Bizcocho de chocolate pedazos de 4 onzas 10
Galletitas de avena 1 2
Donuts 1 6

Tabla 1: Azúcares escondidos en alimentos

Por lo tanto, el consumo de azúcares que tenemos en nuestra dieta probablemente sea mucho más alto de lo que uno piensa. Consecuentemente, si quieres evitarlos lo mejor es leer bien las etiquetas.

4. ¿Son todas las calorías iguales? Calorías de la miel y el aceite

Cara recuerda en su facultad como uno de sus profesores de nutrición decía “Da igual si tu comes 300 caloría de manzanas o de chocolate – una caloría es una caloría.” A mediados de los noventa, todas las calorías eran tratadas por igual, independientemente de la fuente. Por lo tanto, según esta teoría sería lo mismo un hidrato de carbono que una grasa, manteca de cerdo que aceite de oliva, azúcar refinado que miel.

A esta visión es lo que le llamamos coloquialmente, una visión en túnel, dejándonos por el camino otras muchos factores importantes. Sin embargo, la inmensa mayoría de los nutricionistas reconocen ahora que las calorías no son todas las mismas. No es lo mismo las calorías vacías del azúcar blanco refinado, un alimento que sólo aporta calorías vacías, que las calorías de la miel, que aparte de las calorías proporciona minerales y vitaminas. Otro ejemplo a comparar es el aceite de oliva, no es lo mismo un aceite de oliva virgen extra que un aceite refinado.

Foto 1: Control del peso

5. El azúcar causa caries

Rosenbloom continua en su artículo hablando sobre los dulces y el azúcar. «Mi dormitorio lo tenía repleto de dulces, golosinas y caramelos, todos libres de grasas pero bombas de azúcar. En cuanto a contenido alto de azúcar para mis dientes no creo que fuese un gran problema. Ya que, yo me cepillaba dos veces al día los dientes».

A partir del año 2017 es cuando empiezan los estudios científicos a relacionar el consumo excesivo de azúcar. Sobre todo el azúcar más industrial proveniente de los refrescos saturados y comida industrial con el incremento del riesgo a desarrollar obesidad, diabetes del tipo 2, demencia y ataques al corazón. Por lo tanto, el azúcar si que debe ser limitado su consumo. La Asociación Americana del Corazón recomienda no consumir más de cinco cucharas de te de azúcar añadido por día para las mujeres y nueve para los hombres.

En cuanto a la miel, que es otro azúcar, se diferencia como hemos indicado anteriormente de aportan más que calorías. Asimismo, la miel nos nutre al mismo tiempo aporta gran cantidad de nutrientes. Consecuentemente, sustituir el azúcar por la miel cruda será una estupenda decisión que favorecerá a nuestra salud.

Foto 2: La miel cruda de Guadalajara

6. Calorías consumidas contra calorías consumidas

Anteriormente se creía que la pérdida de peso se debía simplemente cuando uno consumía más calorías de las que ingería. Dicho más claramente, se recomendaba fuertemente hacer más ejercicio y comer menos para bajar de peso. Asimismo, se culpaba a la obesidad a la pereza y a la sobre alimentación.

Con el avance de la ciencia, se ha descubierto que la obesidad es mucho más compleja de lo que parecía. Parece ser que la obesidad también está marcada también por:

  1. los genes
  2. la psicología
  3. los niveles de actividad física
  4. el medio ambiente
  5. la dieta
  6. incluso el estatus socioeconómico.

Recientemente han descubierto como la obesidad está relacionada estrechamente con las hormonas leptina y ghrelina. Ahora vemos la obesidad como una enfermedad y no le echamos toda la culpa a quienes la padecen. De todas maneras, aún quedan muchas preguntas sin resolver sobre este tema. Sin embargo, la ciencia va evolucionando como también evoluciona al mismo tiempo el hombre. Por lo tanto, la teoría que la damos hoy por buena mañana no podría tener peso. Será muy interesante leer este artículo dentro de unas décadas y cómo vuelven a ver las calorías de la miel. Asimismo, de otros productos alimenticios.

 

Fuente:

El periódico americano The Washington Post. “Fat, fructose and calories: 5 nutrition “facts” we used to believe”. (La grasa, la fructose y las calorías: 5 “hechos”nutricionales que tendemos a creer).  29 de agosto del 2017

Periódico del Reino Unido. Calorías de la miel y otros productos Daily News

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